Visión compartida - Socialización 1

Evidencia visión compartida a la formación integral de la institución

Con el propósito de ir paso a paso en el mejoramiento continuo partiremos de la visión institucional que construimos con la ayuda de CORPOEDUCAR a finales del mes de noviembre de 2013, integrando los fundamentos del enfoque socioformativo rediseñaremos en primera iniciativa dicha visión. Ésta a su vez se someterá mediante retroalimentación con todos los miembros de la comunidad educativa ISCOMEISTA para que se convierta en visión institucional.

Anterior (Nov, 2013 Corpoeducar)

Nueva (septiembre 1 de 2014)

Para el año 2016 la Institución Educativa Ismael Contreras Meneses de Coveñas estará ubicada por encima del nivel estándar nacional de las pruebas SABER,   valorando la formación técnica con énfasis en lo turístico, mediante ambientes escolares presencial y virtuales que propicien la investigación, el desarrollo de proyectos pedagógicos productivos y la resolución de pruebas tipo ICFES, como estrategias para fortalecer la responsabilidad y el desempeño de los estudiantes.

Para el año 2016 la Institución Educativa Ismael Contreras Meneses de Coveñas estará ubicada por encima del nivel estándar nacional de las pruebas SABER, integrando el enfoque socioformativo al quehacer pedagógico, mediante ambientes escolares presenciales y virtuales que propicien la investigación, el desarrollo de proyectos pedagógicos formativos y productivos enmarcados en la solución de problemas del contexto y resolución de pruebas tipo ICFES, como estrategias para fortalecer el sentido ético de vida, el trabajo colaborativo, la comunicación bilingüe y  compartir experiencias significativas entre los miembros de la comunidad educativa para impulsar el desarrollo sostenible de Coveñas.

NUESTRA VISIÓN DE FORMACIÓN INTEGRAL

Después de reflexionar sobre los diferentes enfoques de competencias y del estado actual de la educación, específicamente en nuestra institución; nosotros, docentes y directivos docentes consideramos que si bien hemos intentado aproximarnos al desarrollo de competencias desde algunas prácticas aisladas relacionadas con el constructivismo, aún persisten marcados comportamientos de la pedagogía tradicional, y como si fuera  poco estamos lejos de trascender de la disciplinariedad a la transdisciplinariedad y la interdisciplinariedad, hecho que es muy evidente.

En esta reflexión emerge como una alternativa seria, mas no como panacea, la socioformación, que no sólo puntualiza en aspectos diseminados en eternos debates si no que nos aterriza sobre una visión de la formación más coherente con el actual momento y desde una perspectiva más integral y sobretodo casada con la verdadera función social de la educación.

En consecuencia, la visión de formación integral que esperamos implementar y fortalecer de manera continua, es la que concebimos como el proceso de formar individuos íntegros e integrales, capaces de utilizar diversos saberes (saber ser, saber conocer, saber hacer y saber convivir) en múltiples escenarios, saberes que constituyen el actuar integral de las competencias, individuos que aporten a la resolución de problemas de su entorno desde diferentes ópticas y de la mano de la ciencia y la tecnología, con colaboración y ética.

Esto implica serios cambios no sólo conceptuales si no mentales y hasta afectivos en los actores del proceso educativo, pues quien no ama lo que hace difícilmente puede transformar sus prácticas. Creemos, que para formar individuos responsables, idóneos, libres, comprometidos con su entorno ecológico, autocríticos y competentes cooperativos, que aporten a la sociedad del conocimiento y coadyuven en la resolución de problemas del contexto, hay que formar también para el desarrollo de las habilidades de pensamiento complejo, lo que hace importante el enfoque socioformativo para este propósito.

Consideramos que esta visión de formación integral no apunta sólo hacia el estudiante, por el contrario compromete enfáticamente a los docentes, directivos, padres de familia, estado y sociedad en general, esto como garantía para la realización del proyecto ético de vida, pues no hay sociedad sin formación ni formación sin sociedad. (Tobón, 2013, p. 35)